Hoy 08 de junio, se celebra el Día de los Océanos y en AMORA estamos completamente comprometides con su preservación y con ello reducir nuestra huella ambiental, por lo que contamos con alianzas que nos permiten entregarte productos con el menor impacto posible para mantener tu cabello y piel saludables.
Sabemos que el plástico es uno de los grandes problemas para la biodiversidad marina, por lo que nuestro packaging es libre de plástico y de eco papel 100% reciclado.
Asimismo, nos hacemos cargo de nuestros residuos, porque creemos que #LaBasuraNoExiste, razón por la cual estamos alineados con Fundación Basura Cero (en nuestro blog puedes entrar a leer sobre todas las alianzas para mitigar nuestro impacto ambiental).
Con datos tan alarmantes como es el de que casi el 80% de las aguas residuales del mundo se vierten sin tratamiento previo a nuestros océanos se nos hace primordial hacer un llamado a ser conscientes y tomar acción frente al impacto que está teniendo la industria cosmética en los océanos, donde es el plástico una de las mayores amenazas para la biodiversidad.
El plástico en nuestros océanos: islas de basura
Una imagen de la “isla de basura”. Foto: muyinteresante.es
El plástico parece envolver todo lo que adquirimos, desde las bolsas hasta las pelotitas de los exfoliantes. Al menos así era hasta hace unos pocos años, desde cuándo se han empezado a tomar medidas para reducir su consumo. Pero ¿es esto suficiente?
Las características que han hecho del plástico tan “útil” para la humanidad, como su durabilidad y ligereza, son las mismas cualidades que hacen de éste una amenaza para la fauna marina.
Bombillas plásticas, botellas de agua y bolsas tienden a flotar en el mar, donde aves y tortugas lo confunden con alimento.
Ya en 1966 (cuando la producción era 20 veces menor que ahora) se encontraron los primeros animales afectados por basura plástica en los océanos.
Así, cabe preguntarse cuál es la situación que se vive actualmente.
Acá en el cono sur, existe una isla de plástico que afecta directamente a nuestros océanos y sus ecosistemas.
Esta isla, triplica el tamaño de Francia y es el mayor vertedero oceánico del mundo con 1,8 billones de trozos de plástico flotante que matan, cada año, a miles de animales marinos entre California y Hawái (vía Iberdrola).
Asimismo, trece millones de toneladas de plástico acaban cada año en el agua y las costas de los océanos y mares del planeta, una amenaza que afecta a la mayoría de especies de tortugas marinas. Así, se estima que al menos 1 millón de aves marinas, 100.000 mamíferos marinos, tortugas marinas e incontables peces están perdiendo la vida al año como causa directa del plástico que llega a los océanos (vía Colegio Médico Veterinario de Chile)
Tortugas marinas: las más afectadas por la basura plástica
Las tortugas son una de las especies más afectadas por el plástico en los océanos, ya que la mitad de las tortugas marinas del mundo han comido desechos plásticos durante su vida, y por lo menos mil ejemplares mueren cada año por culpa de la contaminación por plásticos o al quedar atrapadas entre estos desechos.
En Chile habita la tortuga láud (Dermochelys coriacea), la cual es la tortuga marina de mayor tamaño. Esta especie de piel negra y lustrosa se diferencia de otras tortugas ya que su caparazón no está hecho de escamas, sino que está conformado por un mosaico de piezas osteodérmicas (algunas especies de dinosaurios y cocodrilos extintos tenían este tipo de placa ósea), nidifica a lo largo de la costa pacífica de México, Centro y Sudamérica Central, y su área de ocupación se extiende desde Baja California (México) hasta la zona central de Chile, y hasta los 130°W hacia el oeste (vía Inventario Nacional de Especies de Chile).
Los residuos que más afectan a las tortugas marinas son productos de pesca, como las redes o cuerdas de nailon y plástico. Así, las tortugas quedan enredadas en estos hilos y deben arrastrar cargas mucho más grandes que su propio cuerpo. Algunos ejemplares no pueden remolcar este peso hasta la superficie y acaban ahogándose.
Las bolsas de plástico también suponen una grave amenaza para las tortugas, ya que las confunden con uno de sus alimentos favoritos: las medusas. Otro tipo de residuo que afecta gravemente a las poblaciones de tortugas son los envases de plásticos, como los anillos de las latas, los vasos de plástico o las pajitas.
Estos envases atrapan a las tortugas, a veces durante toda su vida, haciendo que su cuerpo crezca con malformaciones o partes amputadas. Se trata de productos que utilizamos durante pocos minutos pero que en el mar perduran durante décadas.
Así, te invitamos a unirte a este propósito de transitar una vida más sustentable, donde seamos responsables y conscientes del impacto que tenemos en el mundo. Podemos hacerlo bien y no seguir aportando a la destrucción de nuestros ecosistemas, ¡hagámoslo!
Redactado por Cata Quiroz,Equipo AMORA.