Cada junio las diversidades sexuales celebran y conmemoran (y nosotres con elles) la lucha que viven día a día por ser quienes quieren ser.
A pesar de que la lucha por los derechos de las diversidades sexuales ha avanzado en los últimos años, aun no es suficiente.
De esa violencia, homo/transfobia desde familia y/o amigos, los discursos que incitan a la violencia, episodios de marginación institucional, ataques físicos o verbales (132 casos) y discriminación laboral (110 casos) fueron las más comunes.
Y ¿sabías que la mayor concentración y número de casos nuevamente se registró en Valparaíso con el 38,4% del total nacional?
AMORA es un espacio inclusivo donde trabajamos por un mundo más respetuoso y consciente, tanto con los ecosistemas como hacia las personas. Así, nuestro equipo no solo expresa su apoyo en el mes del orgullo desde la empatía, sino que desde la propia vivencia también, pues está compuesto por disidencias desde su estructura jurídica hasta la organizacional, por lo que lejos de querer hacer un PinkWashing, nos parece que todas las oportunidades son buenas para reivindicar todas las identidades de género y recordar la violencia que se vive y por la cual seguimos luchando!
¿Qué se celebra en el Día del Orgullo?
Desde los disturbios de Stonewall en 1969, el mes de junio se ha reconocido como el mes del orgullo gay. El mes marca una época en la que las diversidades celebran su identidad con desfiles, festivales e iniciativas educativas.
Sin embargo, aún existen 69 países en el mundo donde la diversidad sexual está perseguida y criminalizada por parte de las leyes y las autoridades, mientras que en 11 países puede valer una condena de muerte, como Malasia, Nigeria o Arabia Saudita.
Si te interesa saber sobre la situación internacional, puedes revisar el mapa creado por ILGA (Asociación Internacional de Gays y Lesbianas)
Además, en muchos países en los que ya ha sido aceptada a nivel estatal, la sociedad sigue estando muy lejos de aceptar una situación que ya debería haber sido normalizada desde hace mucho tiempo.
Se celebra el 28 de junio porque en esa fecha se conmemoran los disturbios de Stonewall Inn (Nueva York, EEUU) en 1969, que marcan el inicio del movimiento de liberación homosexual.
Ese día hubo una redada policial en el pub Stonewall Inn en un barrio de Nueva York. Como respuesta, surgieron de forma espontánea diversas revueltas y manifestaciones violentas que pretendían protestar contra un sistema que perseguía a los homosexuales.
Estos disturbios, junto con otros hechos que ocurrieron posteriormente, son considerados como las primeras muestras de lucha del colectivo homosexual en Estados Unidos y en el mundo. Y se consideran los precedentes de las marchas del Orgullo.
Las celebraciones del orgullo tienen un trasfondo reivindicativo y así debe seguir siendo, ya que, en muchos países del mundo, la homosexualidad y las disidencias sexuales siguen estando criminalizadas, y en muchos otros, aunque las leyes los amparen, no están aceptados socialmente.
En nuestro país existe una deuda histórica hacia las disidencias sexuales, quienes son rechazadas, perseguidas, violentadas y asesinadas día a día.
Una violencia sistemática, simbólica y física que les condena diariamente, invisibilizando y oprimiendo sus formas de vivir la corporalidad, sexualidad e identidad.
Esto se traduce en cientos de actos violentos que la comunidad LGTBIQ+ vive todos los años.
Desde el 2018 en adelante los casos y denuncias por discriminación vienen experimentando un aumento explosivo, según datos del XIX Informe Anual de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y de Género del MOVILH (sabemos que esta organización se ha visto con actitudes y prácticas que avergüenzan a la comunidad, pero gestionan datos que otras entidades estatales parecen haber olvidado).
Así, según este informe, al 2020 puede concluirse que el incremento de 14,7% respecto al año anterior, ya no solo se relaciona con que las víctimas denuncian más que en el pasado y están más empoderadas en sus derechos, sino también porque hay un aumento de la discriminación, en particular cuando se registran avances pro-derechos LBTIQ+ contra los cuales los opositores a la igualdad se movilizan con fuerza, violencia y sistematicidad.
Solo durante 2020, el MOVILH contabilizó 1.266 casos de violencia, la cifra más alta conocida hasta ahora y que concentra el 22,9% del total de abusos ocurridos en 19 años desde que se elabora el informe ¿te imaginas si fuesen sumados todos los actos de violencia que no son denunciados?
Las agresiones más comunes son los episodios de marginación institucional (379), casos de homo/transfobia desde familia y/o amigos (253), los discursos que incitan a la violencia (209), ataques físicos o verbales (132 casos) y discriminación laboral (110 casos). Pero también destacan los 6 asesinatos que vivió la comunidad y 4 hechos homo/ transfóbicos en la cultura, medios o espectáculos
De estos casos alarma el aumento en de un 208% en declaraciones homo/transfóbicas, seguidas por +106,4% en la marginación en los espacios públicos o privados, +106,4%, las “movilizaciones homo/transfóbicas” (+93,5%), las “agresiones físicas o verbales perpetradas por civiles” (+80,8%), “la discriminación comunitaria (+51,4%), la discriminación laboral (+50%) y los asesinatos (+20%).
Sin embargo, y pese a la mayor visibilización de la violencia, aún falta mucho por hacer según se deduce de las cifras que revelan el aumento de casos de agresiones por motivos de diversidad sexual durante este año.
Frente a la violencia sufrida y la inoperancia estatal y legal, son varias las organizaciones sociales que se han unido para rebelarse frente a la heteronorma y las morales restrictivas.
Por eso, queremos darte a conocer algunas organizaciones LGTBIQ+ que no son tan conocidas y que que trabajan en pos de la reivindicación de las disidencias sexuales.
- Agrupación Bibelot Bisexual: es una organización gestionada en su mayoría por mujeres y personas no binarias que se identifican como bisexuales. Su nombre bibelot viene de aquellas estatuillas o muñecos de escaso valor que se usan como objetos decorativos. A través de la analogía que ven con estas decoraciones y su experiencia como disidencias, buscan reivindicar su identidad que muchas veces es invalidada, fetichizada, minimizada y hasta excluida de los círculos LGTBIQ+. Puedes seguirles en sus redes sociales como @bibelot.bisexual, donde suben información que busca dar a conocer más sobre la bisexualidad.
- Agrupación Rompiendo el Silencio: en esta comunidad lesbofeminista se organizan mujeres (cis y trans) en pos de incrementar la visibilidad política de las demandas y derechos humanos de lesbianas y bisexuales, así como disminuir la violencia por orientación sexual, identidad y expresión de género frente al avance de las agresiones a las comunidades. Para esto, realizan estudios y campañas sobre las situacioes que viven las lesbianas en nuestro país, en su página web publican la información generada, mientras que en su instagram @AgrupacionRS están siempre compartiendo formas de mejorar y visibilizar sobre los derechos de las lesbianas y disidencias.
- Disidencias en Red: organización que nació en abril de 2020 por iniciativa de un grupo de jóvenes que, durante los primeros meses del confinamiento se reunieron de manera digital a reflexionar respecto las opresiones que afectan cotidianamente al colectivo LGBTQIA+. Así, se han planeado el desafío de proponer una postura distinta al patriarcado, el colonialismo y el sistema político-económico imperante, a la vez que crear un espacio seguro para el encuentro de la comunidad LGBTQIA+, por fuera de la heteronorma y el sistema cis-binario. Generan notas que puedes leer en su página web y comparten información en Instagram, donde puedes seguirles como @DisidenciasEnRed .
Sigamos haciendo comunidad para luchar contra los sistemas y morales represivas, sigamos cuidándonos entre nosotres, siendo conscientes de que la diversidad es el camino, porque el bosque mientras más diverso, más sano y hermoso.
Redactado por Cata Quiroz,
Equipo AMORA.